Cap. I. Los testimonios de historiadores y cronistas

Las anteriores declaraciones no pueden ser consideradas simplemente como nacidas del orgullo de los cofrades negros, aunque, sin duda, estuvieran orgullosos de poder hacerlas, sino que se complementan, y en algunos casos, como ocurre con el escrito de White, están respaldadas por referencias de cronistas e historiadores de la ciudad. De estos, sigue siendo, sin duda, don Diego Ortiz de Zúñiga, caballero de la Orden de Santiago, el más conocido, citado y copiado. Su obra, publicada en 1677, Anales eclesiásticos y seculares de la Muy Noble y Muy Leal ciudad de Sevilla, metrópoli de Andalucía (3) recoge los sucesos y acontecimientos más importantes ocurridos en la misma «desde el año de 1246, en que emprendió conquistarla del poder de los Moros el gloriosísimo Rey Fernando III de Castilla y León, hasta el de 1671 en que la Católica Iglesia le concedió el culto y título de Bienaventurado«. En ella aparecen varias referencias a los negros sevillanos y a su hermandad. En una de ellas, al pasar revista a las iglesias hispalenses, puede leerse (libro XVI, tomo IV): «Los Negros tienen su capilla y ermita de nuestra Señora de Gracia, vulgarmente de los Ángeles, frontera a la nueva parroquia de San Roque, cerca de la puerta del Osario; es fundación de antes de 1400, y del tiempo del Arzobispo Don Gonzalo de Mena : de ella hace su estación su Cofradía el Viernes Santo por la mañana (recuerdese que el autor escribe esto en la segunda mitad del siglo XVII) y en estos años se ve reparada por el tesón piadoso de recoger menudas limosnas sus pobres y humildes hermanos, cuyo cornado (moneda de muy poco valor, llamada así por tener grabada una corona) acaso es más grato al Cielo que ofrendas más ricas de otros más ostentosos y menos sencillos» (4). Ver escrito original pinchando aquí

Un siglo más tarde, Arana de Varflora, al relacionar las cofradías existentes en la ciudad, cita a la de los negros como «antiquísima« (5). Y en el mismo sentido se manifiestan otros cronistas como Espinosa y Cárcel o Justino Matute, que continúan y adicionan los Anales de Ortiz de Zúñiga, o como el cura Leandro José de Flores, que en 1817 publica sus Noticias varias de la collación de San Roque, extramuros de esta Ciudad de Sevilla, que ha reunido un afecto y las publica en honor de su ilustre vecindario (6).

Félix González de León y José Bermejo, los dos principales historiadores de las cofradías en el XIX, autores, respectivamente, en 1852 y 1882, de la Historia crítica y descriptiva de las cofradías de penitencia, sangre y luz fundadas en la ciudad de Sevilla (7), y de las Glorias Religiosas de Sevilla, o noticia histórico-descriptiva de todas las cofradías de penitencia, sangre y luz fundadas en esta ciudad (8), no sólo se refieren a la hermandad de los negros al tratar de cada una de las existentes –con errores de diversa consideración, muchos de los cuales, a través de un sin fin de copistas han llegado hasta nosotros–, sino también, y repetidamente, para apoyar en su antigüedad sus respectivas posturas contrapuestas respecto al tema general del origen de las cofradías sevillanas.

González de León, firme defensor del protagonismo de san Vicente Ferrer en la introducción de la disciplina en las cofradías, señala la anterioridad de varias de ellas a las predicaciones del santo valenciano en Sevilla en 1408, argumentando que el hecho de que las más antiguas Reglas se remonten solamente a mediados del XVI sólo prueba que existieron varias hermandades sin ellas durante mucho tiempo, por no ser preceptivo entonces poseerlas aprobadas por la autoridad correspondiente. En su defensa de una gran antigüedad de las cofradías defiende como dato incontestable que «la cofradía de la Fundación, o de los Ángeles, que es la de los negros, tiene probada y documentada su creación en el año 1400 o algunos antes«. Por su parte, treinta años más tarde, Bermejo, en las primeras páginas de su libro, se refiere también a la hermandad, ahora para respaldar su posición contraria a una tan gran antigüedad de las cofradías como la que propugnaba González de León. Escribe: «la hermandad del Santísimo Cristo de la Fundación, o de los Negritos, tuvo principio por los años de 1400. Esta corporación, fundada por D. Gonzalo de Mena, Arzobispo de Sevilla, no reconoció otro objeto que el amparo y socorro de los Negros, clase por lo común pobre y desvalida, para cuyo efecto les hizo dicho Arzobispo una casa hospital. Con suerte varia continuó esta hermandad hasta la mediación del siglo XVI, en el que estando sin duda perdida se restableció de nuevo bajo el instituto de Cofradía de disciplina, como aparece de su regla «.

Para Bermejo, la conversión en cofradía de disciplinantes de la hermandad de los negros –una de las primeras en hacerlo, según él tras la fundación directamente como cofradía penitencial de la hermandad de Pasión–, a mediados del XVI, sería una prueba, entre otras, de que cofradías penitenciales no existieron hasta esta época. Para Félix González de León, en cambio, la hermandad, aún sin reglas, o desconocidas estas, fue ya, como otras varias, una cofradía de penitencia en tiempos anteriores a aquellos. En cualquier caso, la polémica es un tanto estéril, ya que una misma corporación, al adaptarse a los tiempos y a las normativas dictadas por autoridades eclesiásticas y civiles, toma o abandona, en determinados momentos, unas u otras características, entre ellas la realización o no de la disciplina pública. Pero lo que ahora conviene subrayar es que ambos autores, aunque utilizándolo para objetivos distintos, comparten una misma afirmación: que la hermandad de los negros, como corporación, tuvo su inicio, a la vez que su casa-hospital, en la última década del siglo XIV, ya al filo de 1400. Y es esta misma posición la que mantienen hoy los autores de la monumental obra sobre la Historia de la Iglesia de Sevilla publicada recientemente (9).

 

(3) Ortiz de Zúñiga, Diego: Anales Eclesiásticos y Seculares de la Muy Noble y Muy Leal ciudad de Sevilla… Madrid, 1677.
(4) Ortiz de Zúñiga: o. c., libro XVI, tomo IV, p. 260. (El cornado era una moneda de muy voco valor en tiempos de Zúñiga. Era así llamada por tener grabada una corona)
(5) Arana de Varflora, Fermín: Compendio histórico-descriptivo de la Muy Noble y Muy Leal ciudad de Sevilla . Edición corregida y añadida por su autor. Sevilla, 1790.
(6) Espinosa y Cárcel, Antonio María: Notas y adiciones a Ortiz de Zúñiga: Anales… , Sevilla, 1795; Matute, Justino: Anales Eclesiásticos y Seculares de la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Sevilla , Sevilla, 1887; Flores, Leandro José de: Noticias varias de la collación de San Roque, extramuros de esta Ciudad de Sevilla, que ha reunido un afecto y las publica en honor de su ilustre vecindario , Sevilla 1817 (edición facsimil, 1995).
(7) González de León, Felix: Historia crítica y descriptiva de las cofradías de penitencia, sangre y luz fundadas en la ciudad de Sevilla; con noticias del origen, progresos y estado actual de cada una, y otros sucesos y curiosidades notables , Sevilla, 1852 (ed. facsimil, 1994).
(8) Glorias Religiosas de Sevilla ó Noticis histórico-descrptiva de todas las cofradías de penitencia, sangre y luz fundadas en esta ciudad , Sevilla, 1982 (ed. facsimil, 1977).
(9) González de León: o. c., p. 9 / Bermejo: o. c., pp. 7-8.
Ros, Carlos (Director) y Alvarez Rey, Leandro; Martín Riego, manuel; Moreno alonso, Manuel; Ruiz Sánchez, José-Leonardo y Sánchezherreo, José (Colaboradores): Historia de la Iglesia de Sevilla ,Ed. Castillejo, Sevilla, 1992, pp. 212 y 261-2.