Cura de San Roque, del que cabe destacar que promovió el culto al Cristo de San Agustín y Nuestra Señora de Gracia, apoyando el resurgimiento procesional materializado el miércoles santo de 1876 en un paso de calvario con las imágenes, que realizó estación de penitencia a la Catedral.

Mantuvo unas relaciones difíciles con los oficiales de la Hermandad de los Negros, en especial con el mayordomo Camilo Lastre. Aunque fué de ella entre 1877 y 1888, que es nombrado secretario, posiblemente hasta finalizar su labor pastoral en San Roque, al tomar el testigo parroquial el padre Aniceto de la Fuente y Ortega.