La nueva Junta de Gobierno que me honro, humildemente, en presidir se presenta ante vosotros queriendo manifestar su espíritu de sacrificio hacia la Hermandad que somos todos.

Antes que nada, me gustaría dar las gracias por la confianza depositada en nosotros, tenemos el propósito de estar abiertos a todas las ideas que se puedan ir presentando a lo largo de nuestro mandato.

Animamos a todos los hermanos a implicarse en la vida diaria de la Hermandad, todas las ideas serán recibidas con gran interés y serán estudiadas en profundidad. En estos últimos meses se ha reforzado, más aún si cabe, las reuniones y participación de diferentes grupos tales como Juventud, Acólitos, Priostía, Diputados, etc.

Debemos vivirla como lo que es, una gran familia. Una gran familia abierta a todos, con sus problemas y alegrías, hagamos Hermandad entre todos, no quedándonos en el solo hecho de vestir la túnica el Jueves Santo…

Todo nuestro esfuerzo irá encaminado a seguir construyendo una vida de Hermandad donde todos y cada uno de nosotros se encuentre plenamente identificado e integrado en la Misma.

No hace falta recordar que todo aquel que lo desee podrá participar en la organización de la vida interna de la Hermandad.

Terminada la conmemoración de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo, con la fiesta de la Epifanía como colofón, entramos en el primer tiempo litúrgico que nos conducirá hacia la Cuaresma, antesala de la Semana de la Pasión.

El color de este tiempo ordinario es el verde, color de la Esperanza, si, con mayúscula, pues es ese el estado de ánimo que debe presidir nuestros corazones, la Esperanza de la llegada de un Tiempo Nuevo que, aunque, en teoría, debiera ser un tiempo triste, lo vivimos con alegría pues nos lleva hacia la liberación.

Desde esta vuestra Junta de Gobierno trabajamos con una gran dedicación para seguir construyendo un futuro lleno de amor fraterno, traducido en una plena vida de Hermandad.

En otro orden de cosas, debemos recordar siempre el carácter franciscano de nuestra Hermandad: paz, bien, humildad, caridad.

No quisiera terminar esta primera toma de contacto sin agradecer el apoyo mostrado por nuestro director Espiritual D. Ramón y sin un recuerdo emotivo para don Antonio Caraballo tantos años con nosotros, que nos dejó tantas bellas vivencias durante los años que estuvo vinculado a la hermandad. Que el Stmo. Cristo de la Fundación y Nuestra Amantísima Virgen de los Ángeles Coronada nos den la luz necesaria y nos guíen por la vereda del amor cristiano que es en definitiva el fin último de una Hermandad de penitencia.

Paz y Bien.

José María de Burgos Díaz, Alcalde