Don Francisco, nació en las Pajanosas, en los albores de la exposición iberoamericana del 29, ordenándose sacerdote en los años 50, tras una década de sacerdocio, trabajo intensamente en las misiones de la Sevilla de los años 60, y fundó la parroquia de la recién estrenada barriada del Juncal.

Fué por entonces cuando Don Francisco conoció la advocación de Ntra. Sra. del Juncal patrona de Irún, y promovió la creación de una talla réplica de ésta, pero con unos rasgos más suaves, propios del Sur.

Vivió y trabajó en primera fila, en el despegue del nuevo barrio, siendo promotor y hermano fundador de la Hermandad Sacramental de Ntra. Sra. del Juncal, siendo un verdadero director espiritual de todo un barrio, durante 40 años. Esos mismos 40 años que además desarrolló una labor administrativa encomiable en el Palacio Arzobispal.

A final de los años 90, pasó a ser capellán de la Hermandad de los Negritos, realizando una labor catecumental muy importante en la última década de su vida, destacable por ser un hombre riguroso y entrañable a la vez, me atrevo a decir que adoraba y protegía a los más débiles.

En esos 10 años de dedicación en la Capilla de Ntra. Sra. de los Ángeles, en la que se ganó a pulso ser hermano de honor de la corporación del Jueves Santo, también los dedicó a las monjas del convento de Santa Marta y a la Real Maestranza.

Falleció el 22 de diciembre de 2007, recibiendo cristiana sepultura el domingo 23 de diciembre, tras misa réquiem oficiada por el hermano mayor Cardenal Fray Carlos Amigo Vallejo.