Con domicilio en la calle Francos, fué secretario 2º y posteriormente 1º entre 1848 y 1877, dando fé del ingreso de los primeros hermanos blancos de pleno derecho, y viviendo la experiencia de las primeras juntas multiétnicas a partir de 1857.

De los secretarios más longevos en la corporación, tras Ricardo White pudiera ser de los más importantes, por la cantidad de experiencias vitales de las que dió fé. Entre otras las tres salidas procesionales del siglo (1849, 1867 y 1869)

Y no sólo dar fé, sino defender la postura de los cofrades de color, en los conflictos surgidos de las primeras juntas multiécnicas mencionadas, pues en ellas hubo un desplazamiento no una integración.

Ya en el cabildo de elecciones de abril de 1856, trató de renunciar, por los disgustos que le traía el oficio, aunque la hermandad no tuvo a bien el admitir la dimisión y fue electo por unanimidad.

De hecho al ser autoprocamado vicepresidente a final de 1856, el bienhechor José Antonio Lerdo de Tejada, y entre los años 1857 a 1865, de preeminencia de supuestos bienhechores en los cabildos, el fué descalificado por quienes formaban la restringida junta de la hermandad. Siendo Ramón Rivera de Tejada también secretario.

Finalmente en la última decada de su oficio (1867-1877), fué el último secretario blanco de una junta formada sólo de negros, cerrando una página de 480 años. Posiblemente su salud no le permitió la segunda experiencia de juntas multiétnicas, en la década de los ochenta, esta vez sí, con un giro definitivo en los 500 años de historia que por aquel entonces estábamos cumpliendo.